Iglesia Presbiteriana Cristo Redentor

Sin duda, las consecuencias de la caída habían alcanzado proporciones universales. Destruir la humanidad suena drástico, pero Dios sabía que si no salvaba al único hombre justo y su familia, la humanidad se destruiría a si misma. No podemos quitar el elemento de compasión: Dios no envió juicio, sin antes dar oportunidad de arrepentirse, ¿Funcionó? ¿Se eliminó la maldad del mundo? ¿De dónde tanta justicia de Noé? Si hoy Dios, decidiera mandar un nuevo diluvio, te elegiría a ti y a tu familia? *** ANUNCIO: Este es el último sermon que se subirá a esta página. Para escuchar la continuación de la serie, descarga nuestra app CRISTO REDENTOR en app store y play store para tener acceso más instante a nuestros recursos. ¡Que Dios te bendiga!

En Génesis capítulo 4, probamos un verdadero sabor de la muerte y destrucción del pecado. Los hombres principales en la línea de Caín comenzaron y terminaron con asesinos. Pero Génesis 5 comienza con una nueva esperanza. Surgió otra familia que no era conocida por sus logros culturales sino por el hecho de que invocaban el nombre del Señor. Pero 8 veces en Génesis 5, esa esperanza será cuestionada con la frase "... y él murió". Parece que incluso esta familia estaba bajo la maldición del pecado y la muerte. ¿Cómo se puede corregir lo que está mal en el mundo? La respuesta es tan relevante para nosotros como lo fue para ellos hace mucho tiempo...

Una vez que Caín asesinó a Abel y salió de la presencia del Señor bajo una maldición, imaginamos que hemos llegado al final de su historia. Sorprendentemente, el Señor se toma el tiempo para contarnos sobre Caín y sus descendientes. Aún más sorprendente, vemos que hay algo bueno mezclado con lo malo en esta familia que vivió lejos de la presencia del Señor. Esto nos da un lugar interesante para comenzar a medida que comenzamos a pensar en la cultura secular que nos rodea.

En Génesis 4, encontramos dos historias de exilio. Una forzada y otra voluntaria. Una que termina en bendición y otra que termina en maldición. Como aquellos en Génesis 4, somos exiliados en la tierra (Hebreos 11: 4, 13; 1 Pedro 1: 1, 17; 2 Pedro 1:11). ¿Terminará nuestro exilio en bendición o maldición? Eso depende de si seguimos a Caín a la tierra al este del Edén.

En este pasaje encontramos la primera señal del plan redentor de Dios, después de la caída en el jardín de Edén, y una expectativa de que el Redentor habría de venir de la simiente de la mujer. Adán y Eva son responsables de sus actos y son castigados, pero vemos también la misericordia de Dios. El fundamento de la victoria del reino de Dios, se establece desde el principio. ¿Quién es la “simiente” de la mujer?

¿Qué le pasa al mundo hoy? ¿Cómo se puede corregir lo que está mal? Estas son algunas de las preguntas más fundamentales que los seres humanos pueden hacerse. Para comprender realmente tanto el problema como la solución, tenemos que volver al momento en que todo comenzó. Volviendo al momento de dos introducciones terribles que lo cambiaron todo.

Dios estaba construyendo un hogar para el ser humano que iba a crear, formado del polvo de la tierra, a su imagen y semejanza, y dotado de voluntad. Pero Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo, y le proporcionó ayuda idónea: una mujer formada del costado de Adán. Además de la Institución del matrimonio, el relato de la creación de la mujer, es una de las historias más bellas de la Biblia. Da la impresión que en su estado de inocencia, hombre y mujer, estaban revestidos de una luz gloriosa. ¿Quién notaría que estaban desnudos?

La semana pasada terminamos nuestra mini serie "La gran comisión" y empezaremos una nueva serie en el libro donde comenzaron todas las cosas: el libro de Genesis. Estaremos viendo sobre la gran obra de Dios en la creación y su futuro plan para sus discípulos.

Dios no envió a su Hijo a sufrir y morir para que podamos sentarnos y vivir cómodamente mientras esperamos el cielo. Nos salvó con un propósito, glorificarlo a través de la extensión de Su reino. Nuestros corazones deben gritar todos los días "¡Venga Tu reino, hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo!" (Mateo 6:10) Cuando se trata de la Gran Comisión, en realidad solo hay dos opciones; "Ir" o "desobedecer". ¿Realmente deseamos ver la ciudad de Guadalajara transformada para la gloria de Dios? Como iglesia, ¿cómo vamos a vivir la Gran Comisión en esta ciudad?

Las instrucciones finales son muy importantes. Cuando Jesús concluyó su vida terrenal y su ministerio, dejó a sus discípulos algunas instrucciones muy especiales que conocemos como la Gran Comisión. En la parte 1 de esta serie de 2 partes, cubriremos un elemento muy importante de la Gran Comisión: el bautismo. Muchos de nosotros probablemente ya tenemos una idea del significado y la aplicación del bautismo. Sin embargo, dejemos que Jesús nos diga qué es junto con sus discípulos que estaban allí al comienzo del bautismo en el nombre de Jesús.

¿Qué pasó con el regreso del Señor? Para Dios el tiempo no es lo mismo que para nosotros. Debemos responder al amor de Dios mientras haya tiempo. Aún la paciencia infinita de Dios tiene límite, si no fuera así, el fin no llegaría jamás. ¿Qué estás esperando? Aquí encontramos dos mensajes, uno para quienes todavía no confían en Cristo, y otro para nosotros. Si Jesús regresara hoy ¿Cómo nos encontraría?

Cuando escuchas una enseñanza de la Biblia que suena bien, ¿qué buscas para determinar si el que enseña es un maestro falso o un maestro auténtico? La mayoría de nosotros probablemente nos concentremos en su mensaje para ver cómo se compara con lo que sabemos de las Escrituras. Lo que hace que nuestro texto de esta semana sea tan interesante es que Pedro nos dice que la mejor evidencia de un falso maestro NO se encuentra en el contenido de su mensaje. Entonces, ¿cómo podemos saberlo?

Pedro sabía que dentro de poco tiempo, llegaría el fin de su vida, y nos invita a esforzarnos para no caer; estar atentos al llamado de Dios y evitar ser inútiles e improductivos. Así, después de su partida, nosotros podemos tener en todo momento memoria de estas cosas, que tienen que ver con la veracidad de la Escritura. ¿Cómo vio Pedro la majestad del Hijo del Hombre, y la venida del reino? ¿Cómo tenemos la certeza de que la Biblia, realmente es Palabra de Dios?

En Mateo 7, Jesús nos advirtió que no todos los que lo llaman "Señor" entrarán en el reino de los cielos. Algunos serán rechazados con esas temidas palabras “Jamás te conocí”. Muchos dicen que tienen fe en Dios, pero ¿cómo podemos saber si esa fe es real, si estamos viviendo una vida auténtica?

En el antiguo Israel, las pruebas y los sufrimientos del rebaño de Dios se hicieron innecesariamente peores por la infidelidad de los pastores de Israel (Ezequiel 34: 1-10). Así que Pedro, uno de los pastores designados por Dios, cierra su libro sobre el sufrimiento con un llamado a los pastores del pueblo de Dios. En este capítulo final, encontramos sabios consejos para pastores y ovejas por igual sobre cómo no ser devorados por el león rugiente que busca devorar y destruir. Por lo contrario, a pesar de nuestras pruebas y sufrimiento, si seguimos estas instrucciones nos encontraremos restaurados, confirmados, fortalecidos y establecidos.

Se dice que un buen Dios no permitiría el sufrimiento. De hecho, algunos cuestionan la bondad o incluso la existencia de Dios específicamente porque hay sufrimiento en este mundo y muchos se han alejado de Dios en medio del sufrimiento. ¿Cómo podemos contestar las preguntas profundas y relevantes de aquellos que están pasando por un sufrimiento profundo y pruebas?

Para muchos, la decisión de pecar o no ya es difícil debido a la atracción que nuestra carne tiene para pecar. Pero en muchos casos, la decisión que enfrentamos no es pecar o no, la decisión que enfrentamos es pecar o sufrir, lo que hace que la decisión sea mucho más difícil. Para alentarnos a elegir el sufrimiento sobre el pecado, nuestro texto nos dice que "El fin de todas las cosas está cerca". Al principio, esto parece estar diciendo "Solo aguanta un poco más", pero como muchas cosas en las Escrituras, este consejo es mucho más profundo de lo que parece al principio.

Cuando escuchamos que debemos vivir en armonía, compartir el sentir de otros, practicar el amor fraternal, incluso, que debemos ser compasivos y humildes, todo va muy bien; suena muy bien. Pero cuando Pedro aterriza la idea, y nos dice, no devuelvan mal por mal, ¿Cuál es nuestra reacción? En alguna ocasión, ¿Alguien te ha tratado mal, te ha engañado, se ha aprovechado de ti, te ha calumniado, injustamente? ¿Porqué será que Pedro repite un argumento ya tratado en 2:19, siendo su carta tan breve? Quizá sea para reconocer la dureza de nuestro corazón, y que humanamente es imposible hacerlo. La única posibilidad es mirando la gracia de Dios en Cristo, quien sufrió y murió injustamente por sus enemigos, para volvernos sus amigos. ¿Y tú, cómo reaccionas como cristiano?

El Domingo pasado aprendimos como cada uno de los hijos e hijas de Dios han pasado a ser piedras vivas por medio de Cristo y están siendo unidas y edificadas a formar entre todos un templo de adoración, donde se proclamen las excelencias del que nos ha llamado de la oscuridad a su luz. Pero va a haber guerra para todo aquel que vive como adorador de Dios y la construcción estará bajo ataque. ¿De donde viene esta guerra?¿Hay esperanza para el templo de Dios?

Durante las últimas dos semanas, hemos visto que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han estado trabajando juntos desde antes de la fundación del mundo. Y aunque hemos mencionado algunas de sus actividades en el pasado, presente y futuro, todavía no hemos mencionado lo que están construyendo. Echemos un vistazo a los planos de este proyecto de construcción.